La parábola del hijo pródigo evidencia la condición frágil del hombre; pero por otra recurre a la clemencia, ante esa misma condición. Lo propio del ser humano: la falla y la compasión, quedan entrelazados. Desde este punto de vista, la parábola es el triunfo de lo humano, entendido como compasión, sobre lo “humano”, entendido como error. La desorientación del hijo menos de su propia indigencia como ser falible queda reparada en la acogida de la indigencia: lo perdido vuelve a ser hallado. Es así que la ética del límite se vuelve ética para errantes, es decir orientación y afirmación de la propia humanidad. La autoaceptación es el acto central de la ética que se presenta aquí, con la mirada del autor de la Terapia de la Imperfección.
Diez voces y un rostro
$265.00 IVA incluído
Perspectivas en psicoterapia existencial
$370.00 IVA incluído
Ética para errantes
$200.00 IVA incluído
Peso | 0.5 kg |
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Dimensiones | 21 × 14 × 1 cm |
Autor |
Ricardo Peter |
Categoría: Colección Sentido
Descripción